el castillo
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En El Castillo nos encontramos ante un universo tan ricamente organizado como ineficiente. Todo lo que ocurre en el pueblo pasa por la autoridad condal, aun cuando del conde Westwest nunca se sabe nada. Todo recae en la administración del director del castillo, Klamm, y en una interminable cadena de mandos y montañas de expedientes inútiles. K, el personaje principal de esta historia, llega al pueblo para prestar los servicios de agrimensor que la administración ha requerido. Con el paso de los días se irá enredando entre alegrías y decepciones amorosas, y su trabajo de agrimensor jamás comenzará, su vida en el pueblo tampoco será fácil; angustias sentimentales y una gran confusión serán parte de la vida de este hombre desolado y frustrado, que se ve alejado de la posibilidad de vivir plenamente.