Los pobres, de Roberto Sosa es un libro que recurre a lo concreto, no se refiere a los pobres de manera metafórica ni simbólica, se ciñe a la definición clásica de pobre: falta de recursos materiales. No romantiza a los pobres ni a la pobreza.
Desde su poema inaugural, Los pobres, trata de concretizarlos, de darles cuerpo: Seguramente / ven / en los amaneceres / múltiples edificios / dónde ellos / quisieran habitar con sus hijos (pág. 7). Pone en ellos además el deseo de un techo, o quizá de todo como en: Recorren con ojos dulces cuanto no tienen (pág. 27). El deseo remite ausencia, a la falta de algo, solo se desea lo que se necesita y no se tiene.
Crea también imágenes: Se marchan / en silencio a su pasado / iluminados / por las penumbras / que esparcen las botellas quebradas y no olvidan / que sus heridas / tiñeron de púrpura la túnica de la primavera (pág. 11). Quisiera hacer énfasis en las botellas quebradas, que transforman de manera sutil pero firme cualquier ambiente en una zona de peligro, peligro acentuado por la pobreza.
